La Riqueza de una Nación Santa no Depende de su Trabajo, sino del que su Pueblo Diezme con Inteligencia


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La Riqueza de una Nación Santa no Depende de su Trabajo, sino del que su Pueblo  Diezme con Inteligencia
La palabra hebrea ashár עשר y amál עמל
            El concepto de prosperidad, de riqueza y de trabajo que maneja hoy la iglesia dista mucho del concepto que manejaban nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob. Si nosotros entendemos porqué razón el Eterno prosperó a nuestros padres, y hacemos exactamente lo que ellos hicieron en el pasado, sin duda alguna, nosotros sus hijos de esta generación, seremos también prosperados por el Dios de nuestros padres Gén 13:2, Gén 26:12-14.
            En la lengua santa que hablaban y escribían nuestros padres, la palabra diezmo (עשר) y la palabra riqueza (עשר) se escribían de la misma manera, y no era una casualidad que estas palabras coincidieran en su manera de escribirlas, pues el Eterno al entregarle a nuestros padres su lengua santa, tenía como propósito enseñarles: que la riqueza y prosperidad de sus siervos santos no iba a provenir necesariamente del esfuerzo de su trabajo, sino del cumplir con fidelidad el mandamiento del diezmo, pues este tenía un propósito final importante. A continuación explicaremos los detalles.

La importancia del diezmo y a quien le corresponde recibirlo
            Las palabras hebrea asár (עשר) y ma’asér (מעשר) significan diezmo. La primera aparece entre otros textos en los siguientes: Gén 28:22, Deu 14:22, Neh 10:38, mientras la segunda aparece también en los siguientes textos: Gén 14:20, Núm 18:21, Deu 12:6, Deu 12:7, Deu 14:22-23. Ahora bien, el Eterno ordenó a Moisés en el Monte Sinaí Lev 27:34, que el diezmo de toda labor o trabajo se tenía que consagrar de manera obligatoria a Él Lev 27:30-33. Aunque allí no especificó cuál era su destino, el Eterno luego le dio a los levitas el privilegio de tomar el diezmo que se le había consagrado, como el salario de su labor por el servicio en su ministerio, pues a ellos se les prohibió desempeñar trabajos en la agricultura, ganadería y otras fuentes de trabajo, de las que se beneficiaban las demás tribus de Israel Núm 18:21-24.
¿Por qué los levitas no podían desempeñar otros oficios? Porque el Eterno les asignó a ellos la responsabilidad de prepararse aún desde niños en: la lectura, escritura, estudio de sus leyes santas, en la música y el canto, pues ya mayores, tendrían que desempeñarse como: sacerdotes, jueces, escribas, músicos, cantores, porteros o guardianes de las cosas santas y aún gobernantes Deu 33:10, 2Cr 17:8-10, pues por la excelente formación que tenían en las leyes santas del Eterno, a ellos se les daba este privilegio 1Cr 23:3-5.
En el pasado no solo los hijos de leví fue beneficiada con los diezmos. Veamos porqué: el Eterno quitó del sacerdocio a los levitas: Elí y los hijos de éste, y estableció en el lugar de ellos a Samuel quien era un siervo de la tribu de Efraín 1Sa 1:1-2 ¿no recibió Samuel durante su ministerio diezmos como si fuera un levita?. Esto ocurrió así, porque el Eterno deseaba dejarnos una gran enseñanza: hay levitas que nacen levitas porque sus padres son de la tribu de Leví y hay siervos que se hacen levitas porque aunque no pertenecen a la tribu de leví, ellos de manera voluntaria se consagraban para servir de manera exclusiva al Eterno como la hace un levita y por tanto, el Eterno los trata como un levita más, y les permite tomar para su salario una parte de su diezmo.
Cuando entra en vigencia el nuevo pacto, el Eterno quitó a los hijos de Leví la exclusividad del sacerdocio y del servicio en el altar, pues los puso en disciplina por haber matado a su hijo Mat 20:18 y estableció en el lugar de ellos, a siervos suyos de otras tribus. Es así como llama a Pablo para el sacerdocio siendo este de la tribu de Benjamín Rom 11:1. Aunque los levitas se atribuían el derecho exclusivo de ser solamente ellos los merecedores del diezmo, el apóstol Pablo inspirado en el Espíritu Santo aclaró: que todo aquel que ministrara en los altares en el lugar que le correspondía hacerlo a la tribu de Leví, aun sin ser levita, podía disfrutar de los beneficios que les correspondía a aquellos, es decir, todo aquel que ministrara en los altares tenían el derecho de recibir el diezmo como salario por su trabajo en el ministerio 1Co 9:7-14. Es por eso que se justifica que un siervo al que el Eterno en este tiempo ha llamado para servir de “manera exclusiva” en el ministerio, tenga el derecho de recibir como salario, parte de los diezmos de la congregación donde sirve (digo parte porque allí seguramente sirven otros de manera exclusiva también).
Ahora bien, es necesario que aquel que se dedica de manera exclusiva a servir al Eterno en el ministerio, reciba como salario parte de los diezmos de una congregación, para que no abandone su trabajo, pues este es muy importante para el perfeccionamiento de los santos. En el libro de Nehemías hay una experiencia donde el pueblo dejó de cumplir el santo mandamiento de entregar los diezmos a los levitas, y por eso ellos abandonaron su lugar y se fueron a los campos a trabajar en la agricultura y ganadería, como cualquier ciudadano de otra tribu de Israel y este abandono trajo como consecuencia un decaimiento en el nivel espiritual y de santidad en el pueblo Neh 13:10-12.

Las riquezas como consecuencia de la bendición de un pueblo que diezma con inteligencia
La palabra hebrea ashár (עשר) significa riqueza y entre otros textos, aparece escrita en  los siguientes: 1Sa 2:7, Pro 10:22, Pro 28:20. También la palabra hebrea ósher (עשר) significa riqueza y aparece entre otros en los siguientes textos: 1Re 3:11, 1Re 10:23, Pro 3:16, Pro 22:4, Pro 22:1. Como señalamos antes, aunque las palabras diezmo y riqueza se pronunciaban de manera distinta, estos se escribían de la misma manera (עשר), pues la escritura hebrea carece de signos de puntuación y no se escriben vocales, sino solo consonantes.
            Usted se preguntará ¿por qué la riqueza de un pueblo santo, está relacionada con el diezmar con inteligencia?. Ahora procederé a responderle esta pregunta: El Eterno nos enseña en su Palabra que aquel siervo que obtenga de su sabiduría, recibirá como beneficios: una larga vida, riquezas y honra Pro 3:13-16. Como pueden ver, estos textos nos enseñan que el Eterno premia con riqueza (entre otras cosas) a sus siervos que aman y atesoran su sabiduría Pro 8:17-18. Pero ¿a qué sabiduría se refiere esta Palabra? No se refiere a otra cosa que al conocimiento y entendimiento de sus mandamientos y demás preceptos que conforman sus leyes santas (para luego obedecerlos) Pro 3:1-2, Pro 8:1-12.
            ¿De qué manera el diezmo inteligente genera riqueza?.  Para que el diezmo sea inteligente y genere riqueza en un pueblo llamado a ser santo, este debe necesariamente promover la sabiduría (y por tanto la santidad) en ese pueblo. ¿de qué manera? El diezmo permitirá que los levitas, es decir, los siervos que se han consagrado de manera exclusiva para servir al Eterno, se dediquen a estudiar en profundidad sus leyes santas, para que puedan así entender las enseñanzas y los misterios que llevan a un pueblo a practicar la justicia y la santidad del Eterno, para que ellos luego puedan enseñar a ese pueblo que le honra con sus diezmos, esos misterios que están relacionados con la justicia y la santidad del Eterno. Esas enseñanzas producirán como resultado (en aquel que las acepta): temor, humildad, obediencia al Eterno, sabiduría y por tanto mayor santidad. Es así como el Eterno premiará con riqueza a ese pueblo sabio y santo, porque el Eterno premia con prosperidad la santidad, y sin santidad no hay prosperidad Jos 1:7-8.
            El diezmo hoy no produce prosperidad en el pueblo, sino solo a aquellos a quienes el pueblo diezma. Esto ocurre sencillamente, porque el pueblo está diezmando a un sacerdocio que no está interesado en aprender, enseñar y mucho menos practicar santidad Esd 7:10, 1Ti 4:16. El sacerdocio que hoy enseña, más bien está llevando al pueblo a su destrucción, porque ellos mismos han menospreciado la sabiduría del Eterno, que no es otra cosa que sus leyes santas que enseñan santidad Ose 4:6, Lev 20:7-8. El sacerdocio hoy en vez de enseñar santidad como retribución del diezmo que recibe, lo que hace es entretener a ese pueblo ignorante con: espectáculos, shows, fiestas profanas y paganas, conciertos, películas, eventos y programas que procuran agradar solo a los asistentes como recompensa del pago de sus diezmos, pero que para nada agradan al Eterno Isa 1:10-16, de quien proviene toda bendición, provisión, protección, prosperidad y riqueza.
Hoy los ministros no están interesados en enseñar santidad en los altares, pues saben que muchos miembros de su congregación no quieren conocer y practicar santidad, pues no están entre los que van a ser salvos Hch 2:47. Ellos saben que si intentan enseñar santidad, esto generaría una migración de sus miembros a otras congregaciones donde tengan una enseñanza más blandengue Jer 6:13-16 y por tanto, su prosperidad personal que está fundamentada en los diezmos de aquellos, se vería afectada, pues ella depende de la cantidad de miembros que le diezman.
            Hoy ocurre también con frecuencia, que los pastores y ministros eviten mencionar ciertos temas o hablar de ciertas iniquidades y pecados para no correr el riesgo de ahuyentar a los diezmadores. Si un buen diezmador es adúltero, en esa congregación está prohibido hablar de adulterio para que no se vea afectada la prosperidad de sus pastores 1Co 6:9. De igual manera si en la congregación hay borrachos pero fieles diezmadores 1Co 6:10, se evita hablar de la embriaguez como pecado, para que no se vea afectada la prosperidad de los maestros y pastores. De tal manera que las congregaciones están llena de diezmadores impíos que poco o nada saben de santidad, y por tanto, no son dignos de que el Eterno los prospere, por lo que los únicos que prosperan son los perros pastores que tienen a sus ovejas engañadas con mentiras Isa 56:10-12, Tit 1:11.
            Hoy existen cristianos que tienen diez, veinte y hasta treinta años diezmando, pero siguen siendo un pueblo ignorante al que no se les ha enseñado acerca de la santidad Pro 1:22, por lo que son creyentes impíos que viven conforme a su vieja manera de vivir 1Pe 1:14-16. Es lamentable, pero esos creyentes no han diezmado con inteligencia (es como el que siembra en tierra estéril), porque el diezmo inteligente es aquel que trae conocimiento, entendimiento, sabiduría y santidad a los diezmadores (y como consecuencia prosperidad), pues esta sabiduría debe ser la retribución que deben recibir de aquellos a quienes diezman Mal 2:7-8.
            Si usted quiere convertirse en un diezmador inteligente, le recomiendo que le diezme a un ministro sabio y santo que procura estudiar y profundizar en los misterios de la santidad. Pero eso no es suficiente, también es necesario que usted estudie con detenimiento sus enseñanzas, para que  se convierta también en un siervo sabio y santo Pro 10:8, Pro 10:14, Pro 13:20. De esa manera su diezmo será retribuido en conocimiento, buena enseñanza, sabiduría del Eterno, y también estará preparándose para formar parte de la lista de los siervos sabios que el Eterno va a recompensar con riqueza, honra y larga vida Pro 3:13-16, Pro 8:14-21.

La riqueza de un santo no proviene de su trabajo sino de la recompensa del Eterno por su sabiduría y santidad
            Para que esta enseñanza quede aún más completa, estudiaremos el concepto hebreo de trabajo o labor. Una de las palabras hebreas para hacer referencia al trabajo es amál (עמל), pero esta palabra hebrea tiene varios significados, cuyo propósito es enseñarnos acerca del peligro que puede traer el exceso de trabajo a una persona, que no lo realiza con moderación, pues muchos queriendo hacerse ricos a través del trabajo, harán de él un ídolo, querrán oprimir a otros, y dedicarán muchas horas y esfuerzo físico al mismo, descuidando por tanto otros aspectos muy importantes de su vida como santos, tales como: su matrimonio, sus hijos, su vida espiritual, y aun su cuerpo, pues este lo puede llevar a una enfermedad del tipo laboral.
            Ahora estudiemos algunos de los distintos significados a los que se refiere la palabra hebrea amál (עמל) cuyo significado principal es trabajo, tal como aparece en: Ecl 1:3 y Ecl 2:18.
·         Esta palabra además de trabajo, significa también angustia o aflicción, y entre otros textos aparece en los siguientes: Jue 10:16, Isa 53:11. Esto quiere decir que una persona que se entrega totalmente al trabajo, corre el riesgo de descuidar otros elementos importantes de su vida, trayéndole como consecuencia aflicción. Por ejemplo, un padre que deja de corregir, instruir y educar a sus hijos por estar dedicado a tiempo completo a su trabajo, estará formando hijos desobedientes y necios, y por tanto, serán hijos que traerán mucha aflicción tanto al padre como a la madre Pro 10:1.
·         Esta palabra también significa iniquidad o maldad, y entre otros textos aparece en: Isa 59:4, Sal 140:9. Este otro significado pretende enseñarnos que aquel que se quiere enriquecer a través del trabajo, corre el riesgo de caer en el error de transgredir los principios de justicia del Eterno, tales como: dar soborno Deu 16:19,  oprimir a los pobres y más débiles Lev 19:13, el usar una balanza falsa Lev 19:36-37 y el acaparar los alimentos (entre otras cosas) Pro 11:26, Amó 8:4-7.
·         Esta palabra también significa afán, preocupación o ansiedad, y entre otros, aparece en los siguientes textos: Ecl 2:22, Ecl 9:9. Este otro significado de la palabra amál (עמל) pretende enseñarnos: aquel que se afana por hacerse rico a través del trabajo, descuidará otros elementos importantes de su vida, como lo es el buscar primeramente el reino del Eterno y su justicia Mat 6:31-34.
De allí que todo siervo del Eterno debe dedicarse con diligencia al trabajo Pro 13:4, y dedicarle las horas y el esfuerzo necesario durante el día, porque el perezoso y el ocioso no le agradan al Eterno Pro 6:6-11, Pro 28:19, 2Ts 3:10-12.  Todo el que trabaja deberá dejar parte de sus energías y apartar un tiempo razonable para dedicar a otras cosas que son también importantes, tales como: estudiar y meditar las enseñanzas que le da el sacerdocio a quien está diezmando el fruto de su labor, pues recordemos que la verdadera prosperidad no vendrá de muchas horas de entrega al trabajo,  sino de la prosperidad que da el Eterno a sus siervos sabios y santos que son diligentes en el trabajo.

Aplicación profética: El Eterno está pasando a Venezuela por una crisis económica y social para preparar el corazón de los venezolanos con el propósito de que acepten sus leyes santas que le van a permitir vivir en santidad, porque el Eterno quiere levantar una nueva Venezuela, una nación santa. Esa nueva Venezuela será una nación muy rica y próspera cuya riqueza no provendrá de un pueblo que se ha hecho esclavo del trabajo, sino de la bendición, honra y riqueza que el Eterno le dará, por cuanto tendrá en su seno sacerdotes, profetas y maestros sabios que le enseñarán los misterios de la santidad, además de un pueblo que a través de la crisis aprendió a humillarse y a obedecer las enseñanzas para que sean siervos santos de verdad.


1 comentario:

  1. Dios mío!! Cuan hermosa es tu Sabiduría!! Cuán hermosa labor la que hace este Ministerio Dios los Bendiga aún más!! Pido a Dios me de una triple unción de la Bendición que se les ha dado a cada uno de ustedes Profetas!! Honró su labor y todo lo que aquí publican!! Que el Eterno siga revelando con tanta claridad a sus vidas y sigan siendo ese instrumento que nos Bendice a muchos!!!

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