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Fuimos creados para bendecir y ser bendecidos pero antes debemos
arrodillarnos
La palabra hebrea bará ברא
La palabra hebrea bará (ברא) tiene una gran enseñanza
relacionada con la creación, con su propósito y con los requisitos que debe
cumplir la creación para recibir la bendición del Eterno. Esta palabra tiene
varios significados a saber:
1. Crear, y hace referencia al atributo del Eterno como un Dios Creador Gén
1:27-28, 5:2.
2. Engordar 1Sa 2:29 y comer o alimentar
2Sa 12:17. Estos dos verbos asociados al verbo crear, nos enseñan que el
Eterno no solo nos creó, sino que también provee todo lo necesario para nuestro
sustento tanto físico como espiritual Deu 8:3, Mat 6:25-26.
3. Desmontar o arruinar algo existente para hacer algo nuevo en su lugar
Jos 17:15, 18, así como también eliminar Eze 23:47. El Eterno no solo crea las
cosas a partir de la nada, sino que también crea nuevas cosas a partir de lo
existente, pero antes tiene que destruir o eliminar lo creado para crear algo
nuevo, tal como lo hace el alfarero con el vaso cuya forma no le agrada Jer
18:4-6. De allí que el Eterno para crear (bará) una nueva Venezuela tiene antes
que desmontar (bará) la que existe hoy. Es necesario que la vieja Venezuela sea
eliminada para que el Eterno pueda levantar una nueva.
Para recibir
bendición debemos arrodillarnos
De la palabra hebrea bará (ברא) se deriva la palabra
barák (ברך) que tiene también significados distintos: arrodillarse y bendecir o
maldecir. De la palabra hebrea bará (ברא) se deriva también la palabra bérek (ברך)
cuyo significado es rodilla Gén 48:12, 1Re 19:18, Dan 10:10. De allí que
la palabra barák (ברך) signifique también arrodillarse tal como aparece en Gén
24:11, 2Cr 6:13, Sal 95:6 y aquí hay una gran enseñanza: el Eterno creó (bará)
al hombre para que se arrodillara (humillara) a su voluntad y señorío. Esto
significa que el hombre fue creado para adorar, bendecir, servir y alabar a su
Creador. Ahora bien, la palabra barák también significa bendecir, dejándonos otra
gran enseñanza: el Eterno creó (bará) el hombre para bendecirlo (barák), pero
bendecirá solo a aquel que se arrodille (barák) a su voluntad, señorío y
enseñanza (leyes).
El Eterno se
arrodilló primero para enseñarnos
Para que el hombre entendiera y practicara esta gran verdad, el Eterno le
dio su ejemplo: pues el Eterno al crear todas las cosas no se enseñoreó
directamente de ellas, sino que se arrodilló (humilló) para someter todas las
cosas creadas bajo el dominio del hombre, es decir, el Eterno se humilló a sí
mismo para entregar el señorío de su creación al hombre Gén 1:27-28, aun cuando
éste no era digno pues él no había hecho nada. El Eterno se arrodilló para
bendecir al hombre aun cuando éste no lo merecía tal como lo escribió el
salmista en Sal 8:4-8.
El Eterno creó la tierra, los animales, las lumbreras
y los árboles por la Palabra “dijo Dios…” Gén 1:14, 20, sin embargo, creó al
hombre con sus manos y tuvo que arrodillarse para poder soplar aliento en su nariz
Gén 2:7. El Eterno tuvo que arrodillarse para crear y para bendecir al hombre,
y así a través del ejemplo enseñarle que es necesario humillarse para bendecir
a otros y para recibir bendición Gén 5:2.
Gén 1:27 Y creó (bará) Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo
creó; varón y hembra los creó.
Gén 1:28 Y los bendijo (barák)
Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla,
y señoread en los peces del mar,
en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Gén 5:2 Varón y hembra los creó
(bará); y los bendijo (barák), y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.
Gén 24:11 E hizo arrodillar (barák)
los camellos fuera de la ciudad, junto a
un pozo de agua, a la hora de la
tarde, la hora en que salen las
doncellas por agua.
2Cr 6:13 Porque Salomón había
hecho un estrado de bronce, de cinco
codos de largo, de cinco codos de ancho, y de altura de tres codos, y lo había puesto en medio del atrio: y se
puso sobre él, se arrodilló (barák)
delante de toda la congregación de Israel,
y extendió sus manos al cielo, y
dijo:
Sal 95:6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos (barák) delante de Jehová
nuestro Hacedor.
Cuando Adán pecó perdió la bendición que el Eterno
declaró sobre él y sus hijos, pues la bendición fue sustituida por las maldiciones
que fueron declaradas sobre él, sobre Eva y la tierra Gén 3:16-19. Adán perdió
el señorío sobre los animales, pues el león que en el huerto se le sometía,
ahora le rugía y Adán salía espantado de su presencia. Adán perdió el señorío
sobre sus hijos porque se hicieron rebeldes y desobedientes a sus enseñanzas y mandatos.
El hombre se sometió bajo el señorío de Satanás cuando decidió desobedecer las
leyes del Eterno 1Jn 5:18-19. El Eterno para quitar el señorío a Satanás y
restaurar nuevamente la bendición dada al hombre, tuvo que humillarse
nuevamente, al enviar a su único Hijo para que este se hiciera hombre y siervo,
y luego muriera en un madero Flp 2:6-8. Pero la bendición del Eterno es
restaurada solo a aquellos hijos de Adán que se arrodillan a la voluntad,
señorío y enseñanzas de su Hijo Flp 2:9-12, Jua 8:31-32.
Bendecidos para
bendecir a los que se arrodillan
De la palabra barák (ברך)
se derivan también las siguientes palabras: brejáh (ברכה) que significa
estanque Ecl 2:6 y brajáh (ברכה) que
tiene varios significados a saber: don, regalo Jos 15:19, presente 1Sa 25:27,
bendición Gén 12:2 y estanque Sal 84:6. Para entender el significado de estas
dos palabras y su revelación, estudiaremos primero el significado de estanque:
Un estanque es un
reservorio de agua que se construye con el propósito de proveer de este
preciado líquido a aquellos que en el desierto están sedientos Isa 41:18.
Abraham abrió varios pozos o estanques en el desierto para proveer de agua a su
familia y a sus animales Gén 26:15. Los pastores se agrupan alrededor de los
pozos de agua para dar de beber a su rebaño Gén 29:2-3. Los camellos eran
arrodillados alrededor de los estanques para que descansaran y se les proveyera
de agua Gén 24:11.
La
palabra estanque está vinculada a la palabra bendición, y para poder entender
la revelación del significado de la palabra bendición, haré unos ajustes a los
textos Gén 12:2-3 tomando en consideración lo que hemos aprendido hasta ahora.
Gén 12:2 Y haré de ti una nación
grande, y te bendeciré (barák), y engrandeceré tu nombre, y serás bendición (brajáh), es decir, serás como
un estanque porque a través de ti daré bendeciré a muchos (brajáh).
Gén 12:3 Bendeciré (barák) a los
que se te arrodillen (barák), y a los
que te maldijeren (no se arrodillen) maldeciré;
a través de ti bendeciré (barák) todas las familias de la tierra. Como
serás un estanque y bendeciré a través de ti a todos los que se arrodillen ante
tu presencia, porque es como si se arrodillaran ante mí el Señor.
Estos textos significan
que el Eterno iba a bendecir a Abraham de tal manera, que sería como un
estanque de bendición, es decir, muchos (como rebaños sedientos) se acercarían
a él para recibir de la bendición que el Eterno le daría. Pero solo serían
dignos de recibir esa bendición, aquellos que se arrodillaran a Abraham y a sus
enseñanzas, como lo explicaré más adelante.
Para confirmar la
manera como he reescrito los textos de Gén 12:2-3, leeremos la bendición que
declaró Isaac sobre su hija Jacob, que era la misma que el Eterno declaró para
Abraham, pues esa misma bendición la heredaban sus hijos. Como veremos esta
bendición es más explícita:
Gén 27:28-29
Dios te dé del rocío del cielo y de lo más preciado de la tierra: trigo
y vino en abundancia. Que los pueblos te sirvan, y las naciones se postren ante
ti (se arrodillen). Sé señor de tus hermanos, y póstrense ante ti los hijos de
tu madre (se arrodillen). Sean malditos los que te maldigan, y benditos los que
te bendigan.
El contenido del
estanque es la enseñanza de la ley del Eterno
Abraham había recibido revelación de la ley del Eterno
Gén 26:4-5, porque es a través de su ley que el Eterno se enseñorea de sus
siervos. Pero el Eterno no solo quería enseñorearse de Abraham y sus hijos,
sino de todos aquellos que también aceptaran la enseñanza que había dado a
Abraham. El siguiente texto nos permite recibir revelación de cuál es el
contenido de ese estanque al que me refiero:
Sal 84:6
Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia
(moréh) llena los estanques (brajáh). La palabra hebrea moréh que es traducida
como lluvia en este texto, también significa maestro y enseñanza. Es decir, ese
estanque al que nos referimos, no está lleno de otra cosa que enseñanzas del
Eterno (su ley) y ese estanque era Abraham Gén 26:4-5.
Abraham no fue el único siervo que usó el Eterno como
un estanque para traer bendición a otros, pues el Eterno siguió levantando
siervos con esa cualidad para traer bendición a su pueblo y a la tierra entera.
Otro ejemplo es el caso de José, a quien el Eterno bendijo para que los
egipcios y sus hermanos se arrodillaran delante de él Gén 42:6 y fueran bendecidos
a través de él. José fue el estanque que usó el Eterno para dar sustento a su
pueblo Israel, a Egipto y a las naciones vecinas en los días que hubo una gran
hambruna sobre toda la tierra Gén 41:54-57.
Aplicación profética: El Eterno decidió desmontar (bará) en este
tiempo en la tierra, la Babilonia Apo 14:8 o gobierno humano que ha instaurado
el hombre, para plantar su propio reino Apo 11:15-16. El Eterno decidió
comenzar este proceso por Venezuela, porque la ha escogido para que sea la
Israel de América, razón por la cual, en este tiempo nuestra nación se dirige a
un desierto Apo 12:14 donde habrá escasez
extrema de alimentos, medicinas, transporte, vestido, viviendas y agua, además
de otros eventos como guerras y terremotos. Este proceso traerá mucha angustia
a los moradores de nuestra nación Dan 12:1, y esa aflicción permitirá que los
venezolanos se humillen o arrodillen (barák) a la voluntad del Eterno, para
aceptar su gobierno y sus leyes santas Eze 20:33-38. De esa manera el Eterno
podrá así bendecir (barák) a Venezuela y en ella levantará siervos que serán
como estanques (brajáh) llenos de Palabra, de revelación, de una enseñanza, que
esos siervos darán a conocer a los venezolanos que se arrodillen. Esa enseñanza
les permitirá entender cuál es el nuevo estilo de vida, las costumbres santas
que deben practicar para que ellos sean un pueblo santo como su Dios Éxo 19:6.
El Eterno bendecirá (barák) con provisión y protección a todos los venezolanos
que reposen y se arrodillen (barák) a esos estanques (brajáh) para recibir del
agua cristalina que hay en ellos. El
Eterno convertirá también a Venezuela en un estanque (brajáh), por lo que, de
las naciones vendrán sus moradores y como camellos se arrodillarán (barák) para
descansar y beber del agua o enseñanza de la ley que le habrá sido confiada Isa
2:1-3, Eze 14:16-19 y recibir de su bendición.
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