Las palabras que oímos son enseñanzas que nos convierten en necios o santos

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Las palabras que oímos son enseñanzas que nos convierten en necios o santos
La palabra hebrea dabár דבר y sus derivaciones

La palabra hebrea dabár (דבר) tiene una gran enseñanza relacionada con el poder que tienen nuestras palabras para edificar, sanar y restaurar o  también para destruir. De esta raíz se derivan (דבר) una serie  de palabras hebreas relacionadas, que dan una enseñanza magistral acerca de la importancia de discernir las personas con las que andamos y de quienes escuchamos palabras, tomamos consejos y recibimos enseñanzas. El Eterno quiere que desarrollemos discernimiento para que podamos discernir entre las palabras y enseñanzas que nos edifican y nos hacen más santos, de aquellas que nos apartan de Él, haciéndonos más necios e insensatos. Comencemos:
            La palabra hebrea dabár (דבר) proviene de una raíz que significa arreglar, pero su significado figurado es otro, y entre ellos están:
1.    La palabra dabár se traduce como el verbo hablar y aparece de manera frecuente en la Sagrada Escritura Gén 8:15, 12:4.
2.    Traduce palabra en muchos casos también Gén 11:1, 15:4. Las palabras son el resultado de la acción de hablar. 
3.    Esta palabra hebrea también traduce “causa” Gén 20:11,  Deu 4:21  con el propósito de enseñarnos una gran verdad: Las palabras (dabár) que hablamos (dabár) son la causa (dabár) de muchas consecuencias y por eso es necesario tener cuidado de lo que decimos o de aquello que escuchamos. Pro 12:6  Las palabras (dabár) de los impíos son asechanzas para derramar sangre.
4.    Esta palabra en algunos textos se traduce también como: mandamiento Deu 10:4 y concejo Núm 31:16.

Las palabras nos alimentan y determinan quienes somos
De la palabra dabár se deriva otra llamada dóber (דבר) cuyos significados son: palabra Jer 5:13, pastizal Isa 5:17 y aprisco Miq 2:12. Los distintos significados de esta palabra nos da una gran enseñanza: las palabras (dabár) que hablamos (dabár) o escuchamos de otros, son para nosotros como un alimento para nuestra alma, así como lo es el pastizal para el rebaño Isa 5:17, Mat 15:11, 18-19. De allí que debemos tener mucho cuidado de quien nos está alimentando con sus consejos, sus enseñanzas y sus palabras. Debes discernir quien te está pastoreando y de qué tipo de pasto de estás alimentando, porque estamos en un tiempo profético donde necesitamos alimentarnos de un pasto (enseñanza) especial. Ya es el tiempo de soltar el pasto añejo y de tomar el pasto nuevo Lev 26:10, porque el Eterno viene para habitar entre nosotros Lev 26:11-12. Venezuela en este momento se dirige al desierto para que el Eterno pueda hablar a su corazón Ose 2:14, por esa razón es necesario que celebremos la pascua, comencemos a comer pan sin levadura y saquemos toda la levadura de nuestro corazón Éxo 12:15. Pero también es necesario cerrar nuestros oídos a la vieja levadura con la que nos hemos estado alimentando.
La iglesia hoy se sigue alimentando de la música del mundo, de las telenovelas, de las películas que están en estreno, de las conversaciones necias de impíos e ignorantes, de los refranes que han creado sus maestros y pastores (como aquellos que dicen que Cristo cumplió la ley para que nosotros no la cumpliéramos), y ese alimento los está exponiendo al peligro Ose 4:6.
Isa 5:17  Los corderos serán apacentados en su pastizal (dóber), y los cabritos comerán entre las ruinas de los ricos.

Las enseñanzas que escuchamos determinan hacia dónde nos dirigimos
 El género femenino de la palabra dabár es doberáh (דברה) y aparece solamente en 1Re 5:9, donde tiene por significado “transportar en balsa”. Esta palabra está allí para dejarnos una gran enseñanza: las palabras, consejos y enseñanzas (dábar) que nos dicen las demás personas son como balsas que nos transportan a un destino determinado. Si estamos escuchando conversaciones de necias de impíos e insensatos con regularidad, si estamos recibiendo enseñanzas de pastores y maestros que han torcido la verdad, entonces estaremos montados en la balsa equivocada.  Si no reaccionamos pronto, para bajarnos de la balsa donde estamos para montarnos en la balsa correcta, vendrá sobre nosotros mucha aflicción y necedad, porque el Eterno solo protegerá y proveerá a sus santos 1Sa 2:9. De allí aquel texto que dice “hay camino que al hombre le parece derecho pero su final es camino de muerte” Pro 14:12.
1Re 5:9  Mis siervos las bajarán desde el Líbano hasta el mar, y yo las transportaré en balsas (doberáh) por mar hasta el lugar que tú me indiques. Allí yo las desataré, y tú te las llevarás. Tú cumplirás mi deseo dando provisiones a mi casa."

Las enseñanzas del Eterno nos transforman para que seamos un templo santo
De la palabra dabár también se deriva otra llamada dibráh (דברה) y que tiene por significados los siguientes: causa Job 5:8, Ecl 8:2 y orden (categoría, clase) Sal 110:4. Estas palabras estas escritas allí para dejarnos esta importante enseñanza: Las palabras (dabár) que hablamos (dabár) o escuchamos causan (dibráh) en nosotros un cambio, porque ellas modelan nuestro estilo de vida y nuestros pensamientos, por tanto de ellas va a depender a qué clase, categoría u orden (dibráh) perteneceremos en la sociedad, es decir, si somos santos o impíos, si somos sabios o necios, si somos salvos o estamos entre los perdidos. El Eterno está pasando a Venezuela por un proceso de juicios para limpiarla, los rebeldes que no acepten las enseñanzas de su santidad morirán o serán desterrados Eze 20:33-38 y los que se arrodillen para aceptar y obedecer las enseñanzas de su santidad, serán bendecidos y a través de ellos levantará un nuevo linaje, un orden santo.
Sal 110:4  Juró Jehová,  y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden (dibráh) de Melquisedec.

De la palabra dabár se deriva también otra que se llama dabbaráh (דבּרה) y que solo aparece en Deu 33:3 y cuyo significado es: palabra que proviene de la boca del Eterno, es decir, son aquellas palabras reveladas por el Eterno a sus santos Apo 10:11 y para sus santos. Esa palabra fue escrita allí para darnos una gran enseñanza: El Eterno revela sus palabras a aquellos que se le arrodillan, para que ellos formen parte de su pueblo santo.  El Eterno en este tiempo está dando a sus siervos santos de Venezuela una revelación especial cuya enseñanza tiene como propósito convertirla en una nación santa, pero solo aquellos que la acepten, pasarán la prueba y formarán parte de la simiente santa Isa 6:13.
Deu 33:3  Ciertamente él ama a los pueblos; Todos sus santos están en sus manos. Ellos se postran a tus pies y reciben tus palabras (dabbaráh).

De la palabra dabár se deriva otra que tiene por nombre debír (דביר) cuyo significado es: templo Sal 28:2, santuario 2Cr 5:7 o lugar santísimo 1Re 6:23. La enseñanza que nos da esta palabra relacionada, es que si escuchamos las palabras o enseñanzas (dabbaráh) que el Eterno está revelando a sus santos para sus santos, entonces los cuerpos de aquellos que acepten y obedezcan esas enseñanzas serán templo (debír) y morada de su presencia 1Co 3:16, 1Co 6:18-19 y el Espíritu Santo vendrá con poder sobre ellos, como ocurrió durante la fiesta de pentecostés Hch 2:1-4. De allí que, para que ocurra un nuevo pentecostés en Venezuela, es necesario que el remanente prepare sus cuerpos y su alma en santidad 2Co 7:1, para que habite la presencia del Eterno en sus vidas a través del Espíritu Santo y su morada esté en medio de nosotros su pueblo de la manera que la estuvo en el pasado Eze 37:26, Apo 21:3.

Las consecuencias de menospreciar las palabras (dabbaráh) del Eterno
De la palabra dabár se deriva otra que tiene por nombre déber (דבר) cuyo significado es: peste, plaga o mortandad Éxo 5:3, Deu 28:21, Sal 91:3. El propósito de esta palabra es enseñarnos las consecuencias negativas que nos sobrevendrán si menospreciamos los mandamientos, las palabras y enseñanzas (dabár) del Eterno, consecuencias que vendrán primeramente sobre el pueblo de Venezuela porque es llamado a ser santo (y luego para las naciones), si menosprecia la palabra que el Eterno está revelando (dabbaráh) para que se convierta en un pueblo santo, porque el Eterno en este tiempo va a preparar a su iglesia para las bodas del Cordero Apo 19:7-8.
Lev 26:25 Traeré sobre vosotros la espada vengadora en vindicación de mi pacto, y cuando os refugiéis en vuestras ciudades, enviaré pestilencia (déber) entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo.
Deu 28:15, 21  Pero acontecerá,  si no oyeres la voz de Jehová tu Dios,  para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy,  que vendrán sobre ti todas estas maldiciones,  y te alcanzarán. Jehová traerá sobre ti mortandad (déber),  hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.

De la palabra dabár también se deriva la palabra midbbár (מדבר) cuyo significado es desierto Éxo 3:1, Núm 14:33, Ose 2:14.  Recordemos que el desierto es un lugar donde escasea todo: el agua, los alimentos, las medicinas, el transporte y las viviendas, entre muchas otras cosas. Por lo que vemos aquí, en la lengua hebrea la palabra desierto se deriva de las palabras: hablar, palabra, consejo (enseñanza) y mandamiento, para darnos una importante enseñanza: el Eterno sabe que su pueblo es de dura cerviz y que de por las buenas no va a aceptar sus palabras que Él envía a través de sus siervos los mensajeros Eze 2:1-5, por esa razón es necesario que los lleve al desierto (midbbár) y a través de la angustia y aflicción que les sobreviene en se lugar Deu 8:2-3, su corazón sea preparado para que acepte sus palabras que Él revela (dabbaráh) a sus santos profetas, palabras que los liberará Eze 37:1-10 y los convertirá en un pueblo y templo santo (debír) para que en ellos habite su Santo Espíritu. En el hebreo existen varias palabras para hacer referencias a lugares desérticos: tóju y yeshimón son dos de ellas, pero estas últimas se refieren a lugares desolados y donde no hay ningún tipo de pastizales. Sin embargo, la palabra midbbár se refiere a un tipo de desierto en el cual hay pastizales para los rebaños, de allí que Moisés llevara a sus ovejas y las pastoreara por el desierto (midbbár) Éxo 3:1. Pero aquí la diferencia es que el pueblo ya no va a poder recibir enseñanzas y mandamientos de hombres, pues el Eterno en el desierto usa siervos entendidos en sus leyes como Moisés para enseñar, apacentar y sustentar a su pueblo Ose 12:13. De allí que en este tiempo será restaurado un sacerdocio similar al de Moisés, porque serán ellos los que apacentarán al pueblo y enseñarán las leyes del Eterno Mal 4:4-6.
Éxo 3:1  Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro,  sacerdote de Madián,  llevó las ovejas a través del desierto (midbbár),  y llegó hasta Horeb,  monte de Dios.
           Ose 2:14  Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto (midbbár),  y hablaré (dabár) a su corazón.

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